La Virgen de Guadalupe y su influencia en la Sociedad Colonial
La Virgen de Guadalupe: Una pieza fundamental en la Sociedad de la Nueva España
Sin lugar a dudas, la “patrona de México” es el símbolo de
expresión religiosa dominante en gran parte de los mexicanos, culturalmente
constituye un emblema, un elemento identitario, un eje alrededor del cual se
congregan creyentes y no creyentes. Si bien no todo México es guadalupano, es
un país profundamente religioso donde existe diversidad de creencia.
De acuerdo con especialistas en el tema, la tradición de la Virgen de Guadalupe es un suceso religioso que se conmemora en el país y un acontecimiento que se observa como fenómeno social, el cual ocupa un papel cultural e histórico fundamental en el desarrollo de vínculos y componentes relacionados con el mestizaje lo indígena e hispano.
A partir del siglo XVIII se volvió símbolo de la identidad
novohispana, sobre todo encumbrada o defendida en su culto por los criollos
novohispanos; es decir, los españoles nacidos en México “quienes tomaron como
estandarte de identidad no solo a nuestra señora de Guadalupe, sino también a
otras advocaciones como la Virgen de los Remedios, pero finalmente será la
Virgen de Guadalupe la que conquiste los corazones del pueblo novohispano”.
La retórica de la imagen se convirtió en uno de los elementos articuladores
del Barroco, sea la Virgen de Guadalupe del Tepeyac.
En el caso de la Guadalupe del Tepeyac —una virgen realizada
en el siglo XVI, es decir, antes del Barroco—, fue necesario que Miguel Sánchez
hiciera una reinterpretación del lienzo para que los intelectuales criollos
descubrieran su "verdadero" significado como la mujer del Apocalipsis
representante de la Iglesia Universal y, en el caso de Guadalupe, fundadora de
la Iglesia mexicana.
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